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Pascua Sueca Marzo-Abril

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La Pascua se celebra con entusiasmo en Suecia, con la llegada de la primavera. Las mesas se preparan al estilo bufé, rebosantes de comida sueca, que abarca platos con huevos, cordero, arenque y salmón, así como alternativas veganas más recientes. La Pascua también se asocia con los dulces suecos, en particular la variedad de dulces para elegir y mezclar, tan apreciada por los lugareños. 

Desde 1844, la Pascua sueca se celebra según el calendario gregoriano. Hasta la década de 1970 se observaba como un evento religioso, con tiendas, bancos y cines cerrando el Viernes Santo en reconocimiento a la crucifixión de Cristo. En las últimas décadas, se ha secularizado en gran medida, pero incorpora una mezcla de tradiciones cristianas, folclóricas y nórdicas antiguas. El resultado es una celebración bastante única que comienza el Jueves Santo y se extiende hasta el Lunes de Pascua, siendo el Sábado Santo el día (y la noche) principal de las festividades.

Una de las tradiciones estacionales más peculiares es la “påskkärring” (bruja de Pascua), que sale a la calle en grupos, llamando a las puertas para desear a los residentes “Glad påsk” (Feliz Pascua) y recibir dulces a cambio de un dibujo casero o una carta de Pascua. Esta costumbre, que parece una variación de “truco o trato” de Halloween, tiene lugar el Jueves Santo o el Sábado Santo. Según el folclore, un personaje parecido a una bruja voló en una escoba a la mítica isla de “Blåkulla” el Viernes Santo para mezclarse con el diablo, y regresó el día de Pascua. 

Pintar huevos duros (cocidos) es otra actividad favorita. Con acuarelas o rotuladores directamente sobre la cáscara del huevo. Otra opción: envolver los huevos sin cocer en cáscara de cebolla y asegurarlos con una capa de papel de aluminio antes de hervirlos. El resultado es un huevo con un hermoso veteado en diferentes tonos de óxido y marrón claro.

Estos huevos decorativos suelen ser los protagonistas de la mesa de Pascua, apilados en gran cantidad. También es común ver desde finales del siglo XIX, el «påskris», una especia de arreglo especial de Pascua colocado en vísperas de la festividad. Este arreglo, que parece un ramo de flores está formado principalmente por largas y elegantes ramitas de abedul adornadas con plumas de colores y otros tipos de adornos, como pollitos hechos a mano con hilo amarillo.

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Menú de Pascua

Algunas delicias típicas de la Pascua sueca que forman parte del buffet especial son el arenque en escabeche, que sigue siendo popular infundido con especias, clavo y cebolla, o mostaza o el salmón, ya sea escalfado, frito o servido frío en forma curada (‘gravlax’) o ahumada. Como acompañantes están el ‘Janssons frestelse’ (la tentación de Jansson), un plato gratinado hecho de patatas cortadas en tiras y cubiertas de cebolla y anchoas o el ‘Västerbottenpaj’, un quiche cargado de queso Västerbotten extra maduro.

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Para beber, los ‘snaps’ y los ‘brännvin’ son los favoritos para acompañar la comida. Muchas de las cervecerías suecas, de las cuales hay unas 450, tienden a lanzar cervezas de Pascua de temporada. 

‘Påskmust’ es otro infaltable: un refresco de color marrón oscuro con infusión de especias, malta y extracto de lúpulo. También encontrarás este refresco distintivo en Navidad, cuando se comercializa como ‘julmust’. Comparando las dos fiestas, la Pascua es casi tan importante como la Navidad en términos de atractivo festivo.